Mi bebé no quiere comer

Compartir esta página

Es indudable la importancia de una buena alimentación. Gracias a ella, tu bebé crecerá sano y fuerte. Durante los primeros meses de su vida, no existen muchos problemas con el alimento, ya que generalmente el bebé sólo toma leche (lactancia materna), té o jugos. Sin embargo, en cuanto se empiezan a introducir los alimentos sólidos, es cuando pueden surgir algunos problemas; y es que los bebés, lo mismo que los adultos, también tienen sus preferencias y no es raro que rechacen, por ejemplo, las verduras, pero les encante el cereal.

TU HIJO NO ES UN ADULTO CHIQUITO

Esto es algo que tú no debes olvidar. Muchas mamás se olvidan que el estómago de un bebé no puede aceptar demasiado alimento, y que también deberá comer con mayor frecuencia que los adultos. Inclusive muchas se desesperan y hasta quieren obligar al bebé o al niño pequeño a comer a la fuerza. Esto es contraproducente, porque lo único que se consigue es que el niño se vuelva más melindroso y la hora de la comida se convierta en una auténtica batalla campal.

ALIMENTOS PREFERIDOS

Cuando empiezas a darle alimentos sólidos, te das cuenta de que algunos le gustan más que otros. Es posible que sienta afición por las zanahorias, pero le haga el feo a las espinacas. Lo que debes hacer es procurar darle más de los alimentos que le gusten, y poco a poco ir introduciendo los que no le agraden. El bebé y los niños pequeños, generalmente son un poco reacios a las novedades, así que es probable que rechacen lo que nunca han probado.

¿Sabías que si los bebés pudieran elegir su comida, siempre elegirían lo que necesitan?

Es importante que la comida le sea presentada en forma atractiva, y que mientras le des de comer, lo hagas de una manera natural, sin mostrarte ansiosa o preocupada. Deja que el bebé coma hasta donde él quiera y no insistas. Imagínate cómo te sentirías si no tuvieras hambre y un gigante te hiciera comer a la fuerza. Seguramente llegarías a alucinar la hora de la comida.

Poco a poco irás descubriendo qué le gusta y qué no. Esto te servirá de base para preparar sus platillos y buscar estrategias para introducir alimentos importantes, pero que al bebé no le agradan.

POR QUÉ NO QUIERE COMER

Desde luego es muy frustrante que te dediques varias horas a preparar la comida de tu bebé y después resulte que él hace el plato a un lado. En serio que dan ganas de llorar. Sin embargo, no debes alarmarte. Tu bebé no se va a morir de hambre.

CONSEJOS PARA RESOLVER EL PROBLEMA

1.- Procura darle de comer a sus horas. Los niños necesitan un horario para sus comidas. Esto les ayuda a regular su apetito, y a mejorar su digestión.

2.- Siéntalo a la mesa. Esto es muy importante. Tanto el bebé, como el niño pequeño debe saber que hay un lugar para comer. No se te ocurra perseguir a tu hijo de dos años por toda la casa con la comida, procurando darle bocados mientras ve la tele o está jugando. Él necesita cierta disciplina. Así que desde pequeño enséñale que la comida se come a sus horas y en la mesa.

3.- Procura crear un ambiente agradable. La comida debe ser un placer, no una lucha de voluntades. Para que el bebé o el niño pequeño se sienta más a gusto, pon música bonita, relajante, algo que a él le agrade. Siéntate con calma, cuéntale un cuento mientras come, o platica con él. Dale de comer hasta que él quiera y no lo obligues a comer más; tampoco debes gritarle o castigarlo. Acuérdate que entre más agradable sea la hora de la comida, el bebé se va a sentir mejor y comerá bien.

Enviado por Grecia Alemán