El bloqueo aurículoventricular no es más que un tipo de arritmia y, como ya sabemos, dentro del término arritmias se incluyen todas las alteraciones del ritmo cardíaco normal, que es el denominado ritmo sinusal. Se trata pues de una arritmia cardiaca, que se incluye dentro de las que denominamos arritmias hipoactivas o bradiarritmias, es decir, en éstas, existe alteración del ritmo cardíaco, con frecuencia cardíaca inferior a 60 latido por minuto.
Es importante saber que el bloqueo aurículo-ventricular no siempre tiene significado patológico, pues como luego veremos, las formas más leves aparecen con relativa frecuencia en sujetos sanos, por lo que padecerlo, no siempre implica mal pronóstico ni la necesidad de tratamiento.
En primer lugar, y antes de comenzar propiamente con el estudio del bloqueo aurículo-ventricular, tendremos que conocer cuál es el ritmo sinusal (es decir, el ritmo cardíaco normal) y sus características en condiciones de normalidad y, aunque es un mecanismo difícil de comprender, trataremos de simplificarlo al máximo, de modo que la idea fundamental es la siguiente:
El impulso cardíaco nace en la parte alta del corazón y desde ahí se distribuye por todo el órgano gracias al sistema de conducción. Pues bien, la activación normal del corazón comienza en la aurícula derecha, lo que conocemos como nodo sinusal, una vez que el impulso sale del nodo sinusal, atraviesa la aurícula derecha y llega al nodo aurículoventricular.
A partir de este punto el impulso llega al tabique interventricular gracias a un sistema de conducción denominado haz de His, que consta de dos porciones: derecha e izquierda, que se ramifican a nivel distal formando lo que se denomina el complejo His-Purkinje, responsable de distribuir el impulso por ambos ventrículos.
Este recorrido normal del estímulo cardíaco tiene su expresión exacta en el electrocardiograma, pues cada una de las ondas e intervalos o espacios se corresponden exactamente con cada una de las secuencias de la conducción del estímulo. Este hecho tiene gran importancia, no sólo porque permiten identificar un ritmo cardíaco normal, sino también por lo contrario, es decir, porque según en dónde se presente la alteración en la tira del electrocardiograma podemos ubicar el tramo alterado del sistema de conducción.
En nuestro caso, en el bloqueo aurículo-ventricular, como en cualquier arritmia, existe una alteración en la conducción normal del estímulo cardíaco, pero en este caso, la alteración del sistema de conducción se localiza principalmente en el nodo aurículo-ventricular (decimos principalmente para simplificar, pues en realidad la alteración puede residir en el sistema de His-Purkinje), responsable de la transmisión del impulso cardíaco normal desde el nodo sinusal en donde se genera a los ventrículos, es decir, responsable de la conducción aurículo-ventricular.
Según esto, en el electrocardiograma, método diagnóstico fundamental en cardiología y sobre todo en el estudio de las arritmias, la alteración estará localizada en el intervalo correspondiente a la conducción aurículoventricular, entre la onda de activación auricular y la de activación ventricular.
La disminución crónica de la conducción del nodo AV puede observarse en múltiples circunstancias, tanto en sujetos sanos como en diferentes situaciones patológicas; globalmente, las CAUSAS MÁS FRECUENTES de alteración de la conducción aurículoventricular y por tanto de bloqueo aurículo-ventricular son las siguientes:
Podemos hacer una CLASIFICACIÓN de los diferentes tipos de alteraciones de la conducción aurículoventricular:
No podemos hablar en este trastorno de una sintomatología característica, ya que las manifestaciones clínicas del bloqueo aurículo-ventricular van a estar condicionadas fundamentalmente por la frecuencia cardíaca resultante y por la presencia o no de una patología de base.
Ya hemos dicho, que sobre todo en sujetos sanos, casi siempre el bloqueo pasa desapercibido y el paciente está asintomático, pero cuando aparece sintomatología, los hallazgos clínicos habituales se deben a bajo gasto cardíaco, fundamentalmente, fatiga, mareos y síncope.
El procedimiento diagnóstico en el bloqueo aurículo-ventricular es similar al que utilizamos en la práctica médica en cualquier otra patología, y consiste en la realización de una adecuada historia clínica y exploración física y, posteriormente, las pruebas complementarias necesarias, en este caso, fundamentalmente el electrocardiograma, pues como hemos dicho, en muchos casos estos pacientes están asintomáticos, por lo que el diagnóstico se realiza de forma casual con la realización de esta prueba.
En la HISTORIA CLÍNICA, no sólo interrogaremos al paciente sobre los síntomas característicos del bloqueo aunque existen, pues en este trastorno es fundamental interrogar sobre los hábitos de vida (si es o no deportista, sobre el consumo de fármacos, fundamentalmente digital, beta-bloqueantes y antagonistas del calcio) y la presencia de patología previa (infartos, tumores, procesos infecciosos agudos, enfermedades degenerativas¿), pues ya hemos visto que éstas son las causas más frecuentes de este tipo de bloqueo.
En la EXPLORACIÓN FÍSICA, además de una exploración general, interesa la auscultación cardiopulmonar, la valoración de los pulsos, etc. para el estudio de los signos propios del bloqueo, pero igual que antes, es necesario examinar con detalle cualquier signo físico que nos pueda orientar sobre la presencia de alguna de las causas del trastorno.
En cuanto a las PRUEBAS COMPLEMENTARIAS, lo fundamental es el electrocardiograma, pues el hallazgo electrocardiográfico es el que confirma o descarta la presencia de bloqueo aurículo-ventricular y el que permite su clasificación. Aunque la interpretación de éste es compleja, en el caso del bloqueo interesa la valoración de las ondas de activación de aurículas y ventrículos para ver si guardan o no relación entre sí (en condiciones normales, toda onda de activación auricular ha de ir seguida de una onda de activación ventricular) e interesa también cuantificar el tiempo o distancia entre ambas ondas, también definido en condiciones de normalidad, de modo que permite objetivar el retraso en la conducción del impulso de las aurículas a los ventrículos.
La necesidad de tratamiento viene determinada por la presencia o ausencia de clínica atribuible directamente al bloqueo. En general, la actitud terapéutica en el bloqueo aurículo-ventricular es la siguiente:
Enviado por Grecia Alemán
Rosana Toumas
28/04/2015 at 00:19
Hola, debido a unos estudios de rutina que me piden para mi hijo de 14 años, ya que juega al basquet y me los piden en el club, fue detectado en electrorcardiogramq un bloqueo av de primer grado intermitente, también le hice una ergometria de doce derivaciones la cual dio perfectamente normal, el Med me dice que me quede tranquila , que puede seguir haciendo deporte, pero me mandó a ponerle un holter y a hacerle un ecocardiograma.realmente puedo quedarme tranquila? Por supuesto, voy a hacer todo lo indicado.