Afasia: Impedimento en la habilidad para comunicarse por medio del habla o la escritura o para entender el lenguaje (o ambos impedimentos a la vez) debido a mal funcionamiento del sistema nervioso central.
Arteriosclerosis: Obstrucción de la arteria a causa de depósitos de grasa que engruesan, endurecen o le quitan elasticidad a la capa interior de ella.
Accidente cerebro-vascular (stroke o apoplejía): Pérdida de funcionamiento cerebral cuando hay irregularidad en la corriente de sangre al cerebro (demasiada sangre o muy poca). Cuando hay obstrucción no llega sangre al cerebro. Cuando se rompe un vaso sanguíneo ocurre hemorragia.
Embolia o embolismo cerebral: Es la obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo de sangre o de otra substancia. Cuando el coágulo se aloja en el cerebro puede ocurrir un ataque cerebral.
Hemorragia o derrame cerebral: Ocurre cuando se rompe un vaso sanguíneo del cerebro, o cerca de éste, y la sangre se derrama en el cerebro.
Trombo: Acumulación anormal de plaquetas en un vaso sanguíneo. Si el trombo obstruye completamente el vaso sanguíneo puede ocurrir un ataque cerebral.
Ataque isquémico transitorio (TIA o mini-stroke): Interrupción pasajera de sangre al cerebro. A menudo se le llama «ataque cerebral mínimo». Se caracteriza por síntomas transitorios que no duran más de 24 horas. Los síntomas más comunes son disminución de la vista, entumecimiento en un lado de la cara o del cuerpo y dificultad para hablar y entender.
Puede ocurrir uno sólo de estos síntomas o una combinación de ellos. Por lo regular los ataques son pasajeros, pueden durar de unos pocos minutos hasta 24 horas. Cuando los síntomas desaparecen dentro de las 24 horas de haber ocurrido, a esto se le llama ataque isquémico transitorio (abreviatura en inglés TIA) o ataque mínimo. Aunque los signos y síntomas no sean permanentes, hay que prestarles atención. Hay que llamar al médico inmediatamente.
Hay maneras fáciles para comunicarse con alguien que ha sufrido un ataque cerebrovascular. Siga los siguientes consejos:
Fuente: Universidad de Arizona. Centro Nacional de Desórdenes Neurogenéticos de Comunicación. EE.UU.